Hasta ahora hemos hablado de los medios de comunicación más “modernos”, y cuando digo modernos me refiero a la radio, prensa y televisión, incluyendo diversas variantes en las que se han visto influenciados (cine, videojuegos, informática).
Pero nos hemos olvidado del medio de comunicación más antiguo y más usado por todos lo individuos del planeta, estoy hablando del “boca a boca”.
Mediante este medio de comunicación se han creado grandes hazañas, guerras, sucesos, apariciones y desapariciones… algunas de ellas han sido verdaderas y otras muchas falsas; las denominadas “leyendas urbanas”.
Nuestro tema, desde hace mucho tiempo, ha sido objetivo de éstas, rodeándolas de un halo de misticismo e incredulidad.
Así se han escuchado leyendas en las que los extraterrestres visitan la tierra desde sus naves, otras en las que realizan abduciones a sujetos que luego vuelven a liberar en nuestro planeta, e incluso se han creado leyendas sobre aquellos extraterrestres que viven en nuestro planeta, ocultos bajo cuerpo de humanos.
Estas leyendas no han llegado a los mass-media, pero si han perdurado en la “comunicación popular”, el boca a boca, esa historia que nos contó nuestra abuela, y que nosotros recordamos como si fuese algo real, algo que si ocurrió y a lo que nos aferramos en algunas ocasiones para argumentarnos.
He tenido la suerte de escuchar una de estas leyendas hace unos días, por lo que decidí realizar la entrada. La narró Jose Luís del Campo y a él su abuelo.
“Ocurrió en Campillo de Medina, un pueblo a unos 20 km de Medina del Campo, en Valladolid. Hace unos 12 años, un hombre del pueblo vio a lo lejos dos luces muy brillantes, que parpadeaban en un lugar fijo, parecía un avión pero no se movía. Éste hombre llamó a la Policía, que sin poder hacer nada llamó al ejercito. Éstos últimos enviaron un avión caza para seguirlos. Cuando éste avión apareció las luces comenzaron a desplazarse rápidamente. El caza siguió a las luces hasta Marruecos, donde desaparecieron.”
Se ha realizado una búsqueda de éste suceso en Internet sin obtener ningún resultado, así mismo con la confirmación del narrador de no haber visto nada en los medios, cuando ocurrió.
En definitiva, los mass-media nos muestran noticias que afectan rápidamente a la opinión pública, bien a favor o bien en contra. Pero el medio de comunicación más antiguo consigue que sucesos factibles o no, perduren en el tiempo y en la vida de los sujetos, sin un amplio espacio.
Pero nos hemos olvidado del medio de comunicación más antiguo y más usado por todos lo individuos del planeta, estoy hablando del “boca a boca”.
Mediante este medio de comunicación se han creado grandes hazañas, guerras, sucesos, apariciones y desapariciones… algunas de ellas han sido verdaderas y otras muchas falsas; las denominadas “leyendas urbanas”.
Nuestro tema, desde hace mucho tiempo, ha sido objetivo de éstas, rodeándolas de un halo de misticismo e incredulidad.
Así se han escuchado leyendas en las que los extraterrestres visitan la tierra desde sus naves, otras en las que realizan abduciones a sujetos que luego vuelven a liberar en nuestro planeta, e incluso se han creado leyendas sobre aquellos extraterrestres que viven en nuestro planeta, ocultos bajo cuerpo de humanos.
Estas leyendas no han llegado a los mass-media, pero si han perdurado en la “comunicación popular”, el boca a boca, esa historia que nos contó nuestra abuela, y que nosotros recordamos como si fuese algo real, algo que si ocurrió y a lo que nos aferramos en algunas ocasiones para argumentarnos.
He tenido la suerte de escuchar una de estas leyendas hace unos días, por lo que decidí realizar la entrada. La narró Jose Luís del Campo y a él su abuelo.
“Ocurrió en Campillo de Medina, un pueblo a unos 20 km de Medina del Campo, en Valladolid. Hace unos 12 años, un hombre del pueblo vio a lo lejos dos luces muy brillantes, que parpadeaban en un lugar fijo, parecía un avión pero no se movía. Éste hombre llamó a la Policía, que sin poder hacer nada llamó al ejercito. Éstos últimos enviaron un avión caza para seguirlos. Cuando éste avión apareció las luces comenzaron a desplazarse rápidamente. El caza siguió a las luces hasta Marruecos, donde desaparecieron.”
Se ha realizado una búsqueda de éste suceso en Internet sin obtener ningún resultado, así mismo con la confirmación del narrador de no haber visto nada en los medios, cuando ocurrió.
En definitiva, los mass-media nos muestran noticias que afectan rápidamente a la opinión pública, bien a favor o bien en contra. Pero el medio de comunicación más antiguo consigue que sucesos factibles o no, perduren en el tiempo y en la vida de los sujetos, sin un amplio espacio.
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